Una tormenta se desató sobre nuestros cuerpos calientes
y ambos fuimos un volcán erupción,
consumimos todo a nuestro alrededor.
Desde entonces anhelo seguir siendo prisionera de tus brazos,
así existiendo tan solo tú y yo.
y ambos fuimos un volcán erupción,
consumimos todo a nuestro alrededor.
Desde entonces anhelo seguir siendo prisionera de tus brazos,
así existiendo tan solo tú y yo.
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