Selva es mi cuerpo, maleza son mis deseos que se enredan a tu cintura en esas noches de lujuria, donde los dos nos embriagamos con la miel de la locura.
Laderas sedientas son mis senos los cuales esperan por ti como la miel a los osos.
Manjar de frutas prohibidas es tu virilidad la que me hace temblar cada vez que te adentras y te vas.
Pradera de flores frescas es mi intimidad la cual espera por el rocío de tu fecundidad...
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