Ven, acércate despacio, sin temor y permite que mis labios prueben de la miel de tu excitación, quiero besar tu mástil sin prisa, rozar mis labios, besarlo mientras mi lengua traviesa lo recorre centímetro a centímetro.
Así deleitarme con tus manantiales blancos y sorber hasta la última gota de el.
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