martes, 10 de septiembre de 2013

Esplendor...

Y un cuerpo templado se abrió al aire libre como un cultivo de tulipanes, al aproximarse el esplendor de la primavera y el céfiro la cubrió entera, suave beso sus labios y apretó con firmeza sus delicados muslos bien formados y ansiosos por su cercanía...

Y ella; Se adhirió a su boca y así estrelló sus montañas erguidas con el pecho del noble varón. El... la abraza fuertemente rodeando su cintura, mientras devora sus labios a besos y los dos subyugados por la belleza del paisaje, el cual absorbe esa sal que emana de sus poros, frente al deseo de sus ávidas caricias y pasiones incontroladas...

Y él baja delicadamente como un aventurero, al encuentro de sus jugosos e insaciables pezones más trigueños que el mismo trigo, hermosos que se sacuden en los labios de aquel caballero, mientras acaricia con ternura sus costados y es ahí... cuando se escucha el gemir de la noche, cuando la dama de los tulipanes regala su ultimó grito en plena mansedumbre.

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