Hoy solamente diré gracias a cada uno de ustedes.
Adiós 2013 y bienvenido 2014
Me acerque a ti para recibir una caricia
y solo descubrí lo frío de tu mirada vacía.
Ahí me pregunté:¿Como fue posible qué el amor qué nos unió un día ahora desaparecía?
Pero no encontré respuesta y sin importar me acerque a ti y un besó te di...
Y tus labios tan solo supieron a melancolía, fue ahí cuando mi corazón y su latir entro en agonía.
Me mire reflejada en los años y recordé cuando te decía: Te amaré toda la vida.
Apreté tu mano y te dije: Nuestro amor a un puede tener noches y días de alegrías...
Pero tu respuesta hirió a mi corazón y asesino a mi razón...
Mientras me decías: Mis caricias ya no son las mismas, mis besos ya no saben igual, mis manos ahora son frías y vacías, ya no son como el primer día cuando te ame vida mía...
¿Sabes por qué, mi estrella fugaz?
Porque tu ausencia lleno mi lecho con noches frías y lágrimas perdidas en la agonía.
Cuando llegue la nostalgia a tu corazón y sea embargado por la tristeza, no olvides que siempre habrá alguien qué contigo estará por la eternidad.
Estas fechas para muchos es feliz pero para otros son de melancolía y solemos extrañar a nuestros seres amados que han partido, pero no olvidemos que ellos no mueren mientras habiten en nuestros corazones.
Recordemos que la navidad es una temporada para perdonar a nuestro prójimo que nos ha dañado, pero un perdón genuino y no solo para estas fechas, pero antes de perdonar al prójimo debemos perdonarnos a nosotros mismos.
En esta navidad te deseo lo mismo de siempre, amor, paz, serenidad, prosperidad, mansedumbre, fortaleza, salud, tiempo, gozo, plenitud, sabiduría, compasión... Todas esas cosas que no son comerciales pero son esenciales para el espíritu...
¡¡ Feliz Navidad!!
Los quiero. Besos de mi alma a la tuya, que esa no conoce distancia.
Yo no sé nada de ti ni de mí,
¿Quién fue el culpable?
Yo no sé...
¿Qué yo perdí más?
Quizás, ¡Pero al perder gané!
Sólo hay preguntas
sin respuesta...
Fui barro en tus manos
y me creaste a tu imaginación
como alfarero al jarrón.
Tú fuiste mi delirio de amor
y pecamos
con justa razón,
el amor nos adhirió,
pero los celos nos separaron.
Entre los dos caricias
intensas hubo...
Tú eras dueño de mis sueños
y pasiones.
Fuiste palabra de tentación,
de esas que van y vienen,
pero que al final
se pierden en la travesía.
Fuiste dueño de mis versos
los cuales escribían
una historia de amor.
¿Quién fue el culpable?
¿Quién tuvo la razón?
yo, no lo sé...
Quizás gané, quizás perdí,
solo el tiempo nos dará
la razón.
Eres tú el deseo vivo en mi piel, el que llena de caricias mi ser, tú, quien delinea mi silueta con sus labios y enciende mi cuerpo con el roce de su piel...
Tú, incendiando mis deseos con tus manos perversas y abundancia de pasión...
Tú, quien me mordisquea, me come, me besa...
Tú, quien me hace temblar y humedece mi piel, quien me sacude hasta ya no más poder...
Tú, quien apaga mis deseos con sus hábiles caricias, con cada beso y el roce de tu lengua en la profundidad de mi ser.
Esa noche como siempre extrañe tu cuerpo y los deseos eran inmensos, mi amor y deseos siempre han sido fuego que consume...
Mi cuerpo necesitaba sentir el tuyo unido al mío, nuestra luna es testigo de todas esas noches donde te hacía mío, cuando mi cuerpo ardía por el anhelo del rocé de tus manos...
Pero aún así, intranquila decidí dormir como de costumbre, añorando tu presencia, que es como un tormento de una llama que arde pero no consume, de una boca sedienta y jamás es saciada, de un cuerpo cansado sin tener reposo alguno...
Pero transcurrieron los minutos y las lágrimas llegaron a las hendiduras del alma misma, y con ellas el sueño...
De pronto...sentí como unas manos ávidas se deslizan por debajo de las sábanas, mi cuerpo se estremeció y esas manos lentamente fueron abriendo mi entre pierna, acariciando palmo a palmo hasta que llegaron a mi vientre y su boca jugaba en lo más profundo de mi intimidad.... Y yo estaba con la lucha de dos fieras dentro de mi, los principios y mis deseos....
Pero mis ansías sucumbieron a esas manos cuando apretaban mis muslos... En ese lapso mis labios estuvieron sin pronunciar palabra alguna, hasta el momento que le dije:- Ámame a escondidas en lo oculto de esta habitación, y deja en mi cuerpo el sabor de tu piel de lujuria, pero no hubo respuesta alguna, todo era silencio...
Y en un momento sentí como sus manos llegaban de nuevo a mi, pero esta vez sujetaron mis brazos a la cama y sentí temor, pero el morbo en mi era más...
Besaba mis labios con ligeras y leves mordidas, eso me excitó a más no poder, mis pezones endurecieron, y la humedad en mi aumentaba cada vez más, besaba mi cuello y lentamente bajó hacía mis pechos, lo que apretaba firmemente con sus manos y con sus dientes mordía mis pezones causando dolor, mis pechos estaban calientes, sentía que explotaban, mis deseos llegaron a punto de estallar con ese juego que tenía, mis manos morían de ganas por tocar, pero estaban sujetas y me eran imposible, eso ocasionaba incomodidad en mi, pero el placer era más, porque era algo nuevo...
Estaba aturdida, pero sus manos eran hábiles y sabían hacer muy bien su trabajo...
Y se llegó a mi, con besos y caricias, pero nada ocasiono más placer que sentirlo dentro de mi, qué con ese vaivén me enloquecía, se movía lento, fuerte, sin dejar de besar mis pechos, mi boca....
Cuando de pronto, algo en mi explotó, mis caderas locamente se movían, y mis piernas se abrazaron a su cintura y sin esperar más nada, decidí con ese movimiento que era tiempo de tocar el cielo, mi espalda se arqueó, mis piernas se aferraron aún más a su cadera y el orgasmo final llegó, hasta el punto de enloquecer cuando sentí como me llenaba de él ...
Terminamos abrazados... Y cuando desataba mis brazos, susurro a mi oído, debo irme, la noche se esta besando con el día, pero esta noche volveré....
Anoche regresaste a mí, en sueños y mis deseos llegaron a ti sin desenfrenos...
Aún no lo entiendo y no sé por qué pasó, pero fue noche que deseosa por tus manos ávidas llegué a ti, complaciente, atrevida y con la sensibilidad a flor de piel, y tú, ahí... a la espera a que llegase de nuevo para amarme otra vez...
Te besé, te sentí tan cerca, pese a la lejanía...
Yo iba sensual y entregada a la pasión que dentro de mi se desataba, sutilmente me deslicé entre tus instintos de hombre vigoroso, mientras te besaba con locura y sentí como te perdías entre mis brazos....
Anoche te sentí como nunca antes, incluso... hasta el amanecer me sorprendió entre tus brazos, desnudos, mientras tus dedos jugaban con mi cabello...
Ayer no hubo distancia entre los dos y dejamos que nuestra pasión nos llevará al paraíso, tu olor y el mío, fueron uno sólo, así creando la mejor esencia de amor, deseo y lujuria...
Donde nos entregamos y nos consumimos entre jadeos, gemidos de placer, cuando nuestros labios disfrutaban de nuestras mieles y entre suspiros y movimientos violentos, el éxtasis llegó y el cielo conocí entre tus brazos...
Pero el despertar llega, y con dolor en el corazón, porque después de estar en tu cielo, despierto a la realidad de este infierno... Y es la verdad de tu lejanía y que sólo mis sueños me llevan a ti vida mía.