martes, 31 de diciembre de 2013

sábado, 28 de diciembre de 2013

Agonía...

Me acerque a ti para recibir una caricia
y solo descubrí lo frío de tu mirada vacía.

Ahí me pregunté:¿Como fue posible qué el amor qué nos unió un día ahora desaparecía?
Pero no encontré respuesta y sin importar me acerque a ti y un besó te di...
Y tus labios tan solo supieron a melancolía, fue ahí cuando mi corazón y su latir entro en agonía.

Me mire reflejada en los años y recordé cuando te decía: Te amaré toda la vida.

Apreté tu mano y te dije: Nuestro amor a un puede tener noches y días de alegrías...

Pero tu respuesta hirió a mi corazón y asesino a mi razón...
Mientras me decías: Mis caricias ya no son las mismas, mis besos ya no saben igual, mis manos ahora son frías y vacías, ya no son como el primer día cuando te ame vida mía...

¿Sabes por qué, mi estrella fugaz?

Porque tu ausencia lleno mi lecho con noches frías y lágrimas perdidas en la agonía.

lunes, 23 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad!

Cuando llegue la nostalgia a tu corazón y sea embargado por la tristeza, no olvides que siempre habrá alguien qué contigo estará por la eternidad.
Estas fechas para muchos es feliz pero para otros son de melancolía y solemos extrañar a nuestros seres amados que han partido, pero no olvidemos que ellos no mueren mientras habiten en nuestros corazones.

Recordemos que la navidad es una temporada para perdonar a nuestro prójimo que nos ha dañado, pero un perdón genuino y no solo para estas fechas, pero antes de perdonar al prójimo debemos perdonarnos a nosotros mismos.

En esta navidad te deseo lo mismo de siempre, amor, paz, serenidad, prosperidad, mansedumbre, fortaleza, salud, tiempo, gozo, plenitud, sabiduría, compasión... Todas esas cosas que no son comerciales pero son esenciales para el espíritu...

¡¡ Feliz Navidad!!

Los quiero. Besos de mi alma a la tuya, que esa no conoce distancia.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Tu Cuerpo...

Qué grata sensación verte
recostado en mi lecho
con tu desnudez que a mi
cuerpo lleva al desenfreno.

Rompí mis pudores
y mis deseos sucumbieron
a tu llamado,
lenta fue la travesía
de mis labios en tu hombría.

Y por fin el deseo candente
se apoderó de mí cual volcán
en erupción
y solo tu mástil
de fuego
calma este loco delirio.
Y yo decidida aprisiono tu cadera
entre mis piernas.

Así entregándome a tus apasionados
y acompasados
movimientos...
formando una sola silueta entre gemidos
de placer
ante tan ardiente entrega.










Yo no sé...

Yo no sé nada de ti ni de mí,
¿Quién fue el culpable?
Yo no sé...
¿Qué yo perdí más?
Quizás, ¡Pero al perder gané!

Sólo hay preguntas
sin respuesta...

Fui barro en tus manos
y me creaste a tu imaginación
como alfarero al jarrón.

Tú fuiste mi delirio de amor
y pecamos
con justa razón,
el amor nos adhirió,
pero los celos nos separaron.

Entre los dos caricias
intensas hubo...

Tú eras dueño de mis sueños
y pasiones.
Fuiste palabra de tentación,
de esas que van y vienen,
pero que al final
se pierden en la travesía.

Fuiste dueño de mis versos
los cuales escribían
una historia de amor.

¿Quién fue el culpable?
¿Quién tuvo la razón?
yo, no lo sé...
Quizás gané, quizás perdí,
solo el tiempo nos dará
la razón.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Eres mi Deseo...

Eres tú el deseo vivo en mi piel, el que llena de caricias mi ser, tú, quien delinea mi silueta con sus labios y enciende mi cuerpo con el roce de su piel...

Tú, incendiando mis deseos con tus manos perversas y abundancia de pasión...

Tú, quien me mordisquea, me come, me besa...

Tú, quien me hace temblar y humedece mi piel, quien me sacude hasta ya no más poder...

Tú, quien apaga mis deseos con sus hábiles caricias, con cada beso y el roce de tu lengua en la profundidad de mi ser. 

sábado, 14 de diciembre de 2013

Volveré....

Esa noche como siempre extrañe tu cuerpo y los deseos eran inmensos, mi amor y deseos siempre han sido  fuego que consume...

Mi cuerpo necesitaba sentir el tuyo unido al mío, nuestra luna es testigo  de todas esas noches donde te hacía mío, cuando mi cuerpo ardía por el anhelo del rocé de tus manos...
Pero aún así, intranquila decidí dormir como de costumbre, añorando tu presencia, que es como un tormento de una llama que arde pero no consume, de una boca sedienta y jamás es saciada, de un cuerpo cansado sin tener reposo alguno...

Pero transcurrieron los minutos y las lágrimas llegaron  a las hendiduras del alma misma, y con ellas el sueño...
De pronto...sentí como unas manos ávidas se deslizan por debajo de las sábanas, mi cuerpo se estremeció y esas manos lentamente fueron abriendo mi entre pierna, acariciando palmo a palmo hasta que llegaron a mi vientre y su boca jugaba en lo más profundo de mi intimidad.... Y yo estaba con la lucha de dos fieras dentro de mi, los principios y mis deseos....

Pero mis ansías sucumbieron a esas manos cuando apretaban mis muslos... En ese lapso mis labios estuvieron sin pronunciar palabra alguna, hasta el momento que le dije:- Ámame a escondidas en lo oculto de esta habitación, y deja en mi cuerpo el sabor de tu piel de lujuria, pero no hubo respuesta alguna, todo era silencio...

Y en un momento sentí como sus manos llegaban de nuevo a mi, pero esta vez sujetaron mis brazos a la cama y sentí temor, pero el morbo en mi era más...
Besaba mis labios con ligeras y leves mordidas,  eso me excitó a más no poder, mis pezones endurecieron, y la humedad en mi aumentaba cada vez más, besaba mi cuello y lentamente bajó hacía mis pechos, lo que apretaba firmemente con sus manos y con sus dientes mordía mis pezones causando dolor, mis pechos estaban calientes, sentía que explotaban, mis deseos llegaron a punto de estallar con ese juego que tenía, mis manos morían de ganas por tocar, pero estaban sujetas y me eran imposible, eso ocasionaba incomodidad en mi, pero el placer era más, porque era algo nuevo...

Estaba aturdida, pero sus manos eran hábiles y sabían hacer muy bien su trabajo...
Y se llegó a mi, con besos y caricias, pero nada ocasiono más placer que sentirlo dentro de mi, qué con ese vaivén me enloquecía, se movía lento, fuerte, sin dejar de besar mis pechos, mi boca....
Cuando de pronto, algo en mi explotó, mis caderas locamente se movían, y mis piernas se abrazaron a su cintura y sin esperar más nada, decidí con ese movimiento que era tiempo de tocar el cielo, mi espalda se arqueó, mis piernas se aferraron aún más a su cadera y el orgasmo final llegó, hasta el punto de enloquecer cuando sentí como me llenaba de él ...

Terminamos abrazados... Y cuando desataba mis brazos, susurro a mi oído, debo irme, la noche se esta besando con el día, pero esta noche volveré....

domingo, 8 de diciembre de 2013

Mi Locura...


Fue un día cansado y tenso...¡Ufff después de ocho horas de trabajo!...
A la salida estaba él, ¡El chico que siempre soñé! Pero siempre le fui indiferente, sin embargo, ese día me veía de arriba a abajo.... Y su mirada se cruzó con la mía, le sonreí y él a mi, cuando de pronto, ví que se dirigió hacía mi, yo estaba nerviosa... 

Y me preguntó:- ¿Vamos por una copa, muchacha de los ojos tristes?...

Y respondí nerviosa, con una simple mirada, diciendo: - Si...

Íbamos de camino, él conducía, y acariciaba mi pierna, me sentía nerviosa pero me gustaba, y poco a poco él encendió algo dentro de mí... Cada vez su mano la subía un poco más, hasta llegar y tocar la humedad que él causaba en mi.

A medio camino se desvió, yo no dije nada, solo le miré y sonreí...
Veía a través de las ventanas del auto, de repente... agarró mi mano y la llevó a su virilidad de macho en celo y yo se lo acaricié suavemente por encima de los jeans y lentamente fui dejándolo descubierto para deleite mío, lo agarré y lo llevé a mis labios, para acariciarlos con ellos y sentir la humedad que el despedía...
Él con sus manos bajó mi cabeza un poco más y mi boca empezó la fiesta... 


Se recostó en el asiento y bruscamente se corrió hacía atrás, yo seguía jugando con su fruto, estiró su brazo para sacar mi blusa que tenía bajo la falda... Así, poco a poco hasta quitármela completa y dejando mis pechos desnudos y erguidos.
Su mano llevó nuevamente a mi entrepierna y sus dedos acariciaban lo más profundo en mi, causando una humedad y excitación a punto de volverme loca.... Apreté su mano con mis piernas, pero él entre abrió mis muslos apretados así mostrándole lo que más deseaba...

Yo estaba deseosa y observé como su virilidad estaba a punto de estallar, pero con sus manos ávidas lentamente me fue recargando sobre el asiento, y su boca la llevó a mi entre pierna, que delicia eran sus labios carnosos y su lengua húmeda recorriendo cada zona, cuanto placer me entregó su boca... Yo deseaba que sus labios siguieran jugando en mis aguas y con habilidad me volteó, y yo sin darme cuenta, yacía de espaldas a él, apretaba mis caderas fuertemente en lo que se introducía hasta lo más profundo de mi, empezó con movimientos suaves, pero conforme la excitación aumentaba sus embestidas eran más fuertes y sus manos se encaminaron a mis pezones para apretarlos, mientras mordía, besaba y lamía mi espalda...

!!!Me enloqueces, le grité, una y otra vez!!!

Sus brazos rodearon mi cintura firmemente y yo, me recargue un poco sobre su pecho, empezó a besar mi espalda, cuello y sus movimientos aumentaron, sentía como me llenaba, como mi alma se estremecía con su pasión y al sentir más fuertes sus embestidas, algo dentro de mi estalló, giré y le besé... Pero él mordió mis labios, me agarró los cabellos, me empujó de nuevo al frente y empezó de nuevo, su fuerza era tal que sentí como abría todo en mi... Pero a él eso le causaba placer, y a mi me gustaba que fuese así, de repente un gritó ¡¡Sentí como Explotó!!!

No sé como explicar ese momento culminante, solo sé que perdí la noción del tiempo y cada vez que lo recuerdo me eriza la piel...


jueves, 5 de diciembre de 2013

En Mis Sueños...

Anoche regresaste a mí, en sueños y mis deseos llegaron a ti sin desenfrenos...

Aún no lo entiendo y no sé por qué pasó, pero fue noche que deseosa por tus manos ávidas llegué a ti, complaciente, atrevida y con la sensibilidad a flor de piel, y tú, ahí... a la espera a que llegase de nuevo para amarme otra vez...

Te besé, te sentí tan cerca, pese a la lejanía...
Yo iba sensual y entregada a la pasión que dentro de mi se desataba, sutilmente me deslicé entre tus instintos de hombre vigoroso, mientras te besaba con locura y sentí como te perdías entre mis brazos....

Anoche te sentí como nunca antes, incluso... hasta el amanecer me sorprendió entre tus brazos, desnudos, mientras tus dedos jugaban con mi cabello...
Ayer no hubo distancia entre los dos y dejamos que nuestra pasión nos llevará al paraíso, tu olor y el mío, fueron uno sólo, así creando la mejor esencia de amor, deseo y lujuria...

Donde nos entregamos y nos consumimos entre jadeos, gemidos de placer, cuando nuestros labios disfrutaban de nuestras mieles y entre suspiros y movimientos violentos, el éxtasis llegó y el cielo conocí entre tus brazos...

Pero el despertar llega, y con dolor en el corazón, porque después de estar en tu cielo, despierto a la realidad de este infierno... Y es la verdad de tu lejanía y que sólo mis sueños me llevan a ti vida mía.

martes, 3 de diciembre de 2013

Noche Lluviosa...


Noche lluviosa y fría, yo...sentada en el balcón, tomando un café y un cigarrillo, de pronto llegas tú con rosas y una botella de vino...

Te di un beso en la mejilla izquierda, y tú, cariñosamente un rocé a mi mano dio.. Agarre las rosas y
 la botella, y me dirigí a la cocina, vas detrás de mi y dijiste: que linda estas amor ...Y yo Te dije: -Amor, que alegría verte ¡Esperaba ansiosa tu llegada!...En lo que mis manos abrían la botella de vino... De repente, sentí la suave caricia de tus manos sobre mi espalda y me estremecí al sentir tus dedos jugando en ella, mis piernas temblaron, mis pezones endurecieron y poco a poco tus caricias eran más ardientes, mi vientre se quemaba por los deseos que provocabas en mi, suavemente me inclinaste sobre la mesa, quise levantar la cabeza, pero me lo impidieron tus caricias sobre mi espalda baja...

Así, poco a poco bajaste hacia mis piernas, que sutilmente las abriste y tus manos rozaron mi intimidad, la cual deseaba ser llena de ti.
En un momento grité, ¡Quiero ser tuya, ahora! Pero tú, jugabas con mis deseos y susurrándome al oído, preguntaste: ¿Quién es tu hombre?¿Quién es tu dueño? A lo que exclamé ¡¡Tú eres mi hombre, mi dueño!!



Después de eso, tus caricias aumentaron, me tocabas más fuerte, me besabas, mordías mi piel, causabas dolor, pero la excitación era más que el dolor y lo volvía placentero...
Luego la calma, me veías y sonreías, en lo que me decías palabras lindas al oído...

Y por fin, tus manos las llevaste a mis senos aprentándolos sobre la delicada seda que los cubría.
¡Oh! ¡Qué bellos movimientos son los de tus manos!

Quitaste de mi la blusa, y mis senos quedaron descubiertos a tu merced y la fiesta de tu boca en ellos empezó, en lo que tus dedos jugaban en mi humedad, cuan delicioso era ese subir y bajar de tus dedos... De pronto, llevaste tus dedos a mi boca, mientras tú seguías jugando con mis pezones, quería devorar tus dedos, chuparlos hasta desgastarlos, pero tus apasionadas caricias me lo impidieron, porque astutamente fuiste bajando desde mis senos hasta mis mieles, que esperaban tu boca para que degustara de ella.

Fue ahí donde me perdí en la locura del deseo desenfrenado de tu pasión, sentía como tu lengua exploraba dentro de mi, y tus manos apretaban mis caderas, yo solo me deje llevar por ese momento cerrando los ojos, una y otra vez tu lengua de arriba a abajo, llevándome al descontrol total, las piernas temblaron, los pezones endurecieron, mis ríos se desbordaron, el calor salía de mi vientre y la intensidad fue más... cuando me llenaste de ti, y con ese vaivén ambos explotamos a un solo gemir...

Te movías suave, fuerte, te detenías y seguías mientras tus dientes mordían mis pechos, pero llegó el momento culminante, y con tus manos apretaste mis caderas, yo me incliné hacia atrás, y tus movimientos violentos empezaron, hasta estremecer el alma misma, tus aguas se unieron a las mías y fue entre besos y abrazos que regresamos a la calma...

—Pero sin olvidar los invitados de la noche —
Sexo, deseo, pasión, lujuria y morbo, fueron los afrodisíacos del momento.