Duermo y sueño que eres mío
entre la penumbra de la madrugada,
oscuridad cómplice que me invita a la fantasía, donde puedo besar tus labios
y acariciar tu piel.
Allí es donde puedo cumplir mi sueño
más anhelado y jamás realizado,
el de que tú eres mío hasta al amanecer
y que con caricias al alba me haces sentir
que soy yo, tu única mujer.
Soñar para sentirle, para acariciar su piel y beber de su alma.
ResponderEliminarPreciosos versos, mi querida Anadian, me alegra volver a leerte.
Un beso enorme.
:)
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