Hoy extenderé mis alas y aprenderé a volar,
para llegar a ti como una pequeña mariposa
repleta de cariño tan sólo para ti.
Quizás por la distancia llegué cansada
o incluso herida, pero tu corazón es tan grande
y con toda la ternura del mundo mis heridas vendarías.
Porque no me importaría la travesía con tal de poder darte un beso
y un abrazo de los que dan la bienvenida a las personas más queridas,
esas que te roban el corazón y que día a día nos hacen más llevadera la vida.
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