martes, 17 de junio de 2014

Vivencias...

Hoy abrí la puerta
a la esperanza tratando
de rescatar lo que entre
los dos se vivió,
pero la paz huyó
y sola quede recordando
lo que un día nos unió.

Fuiste la alegría de mi vida,
tú quien calmaba las feroces
tormentas y llenaba de color
mis tristes días.
Eras mi noche de pasión
e ilusión,
mi crepúsculo silente
y mis besos del amanecer.

Tú, la esencia de mi alma
y la flor más bella de mi jardín,
la fragancia que me envolvía
y enloquecía a más no poder.
El agua clara que rociaba
mi cuerpo, la brisa fresca
que humedecía mis mejillas
sonrojadas después de tanto
amarnos en esas noches
tan largas.

Tú, dueño de mi corazón
y su palpitar así no estés
más aquí, junto a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario